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Necesito tiempo, ese que hace que la cabeza deje de meterse en huecos vacios y fríos para entrar en calles llenas de luz y calor.

Resignarse.

Duele saber que nunca llegará ese día ..
Y cuando lo sabes, solo te queda olvidar y seguir adelante como lo as hecho hasta ahora.

Smiles.

Sonríe como si nunca hubieras sentido el alma dañada, como si tu corazón nunca se hubiera roto en miles de pedazos y estén pegados con celo barato hasta que aguanten. Sonríe, es lo único que queda.

Desconectada.

¿A que aspirar cuando piensas que no tienes nada?, bueno, más bien cuando sabes que no tienes nada.

¿A ver la vida pasar? ¿A vivirla hasta que el cuerpo dejé de sentir? ¿Llorar?, ¿bailar?, ¿reír?, ¿soñar?... 

Pues si te digo la verdad no soy la persona más adecuada para dar solución o para encontrarla. Aunque parezca cobarde yo me siento a esperar. Esperar que vengan tiempos mejore, que vengan las soluciones o los problema, que dejé la tristeza a un lado y empiece a averiguar la felicidad. No depende de mí ni de nadie. Depende del destino. Porque por más que tu quieras encontrar algo siempre habrá “ese algo” en tu camino para dificultar tu entrada e incluso tu salida. Por eso hago lo que hago, quedarme quietar  y esperar. Porque tarde o temprano vendrá lo que quiero o espero y lo aprovecharé. Porque levantarme y caer, caer y volver a caer y que me duela todo el cuerpo por dentro y por fuera me ha terminado cansando. Llámame cobarde, débil e incluso estúpida, pero hasta que no vea algo al 100 por 100 seguro no voy a lanzarme. Porque bastantes golpes tengo en el cuerpo para que aparezcan 20 más.
Eso no dice que no sienta o deje de sentir algo ahora o dentro de unos año, solo expresa que ya no me lanzo a ciegas, ahora me lanzo con luz, con muchísima luz.

La vida.

Encontré un parrafito en el libro que me estoy leyendo y la verdad me gustó tanto que dije, merece una entrada en mi blog. Aquí os lo dejo :)

"¿Ha tocado fondo? No lo sabe. Ha escuchado decir que a veces hay que ir hasta abajo del todo para impulsarte hacia arriba. Entonces aprietas los dientes, flexionas las rodillas y saltas con fuerza para salir del pozo. Esa es la vida. Una constante entrada y salida en pozos imaginarios, más o menos profundos en los que caes y de los que tienes que tratar de fugarte con el menor número de rasguños posibles."

Miedo más miedo y a continuación mucho más miedo.

¿Si  me estoy equivocando?, ¿Si pienso que eres tú pero luego me doy cuenta que no lo eres?...

Es cierto que me cambia la cara cuando te veo, o cuando me hablas. Es cierto que cuando quedamos esa tarde de Diciembre fría estuve dos días antes con sensaciones raras en el estomago y sin dormir, es cierto que me imagino que estas a mi  lado tumbado en mi cama abrazándome o sentado en el sofá con nuestro bol de palomitas y nuestro chándal viendo películas y sonriendo como dos críos de 5 años y haciendo que todo sea perfecto y seguro, que no hay miedos de por medios que solo estamos tu y yo.

Pero vuelvo a pensar en el miedo que envuelve cada imagen feliz. Ese miedo que hace que mis ojos se llenen de gotas de angustia… Y vuelve a aparecer la pregunta que tanto me atormenta. ¿Es eso lo que quiero?, ¿Qué estés conmigo? ¿Que quieras pasar cada día conmigo?…

Es tan jodidamente perfecto y yo tan pero tan… inútil que pienso que solo fastidiaría a una persona que no cambiarías ni por un bombero guapísimo :) . Pero siento que soy demasiado poca cosa para alguien con un corazón más grande que el universo.

No soy más que una cría de 18 años en busca de su príncipe azul que luche con cualquier dragón que intente robarme de su lado. Y sé que los trenes solo pasan una vez en la vida y que si titubeas un segundo puedes perderlo y arrepentirte toda tu vida, pero sabes que aunque te subas a ese tren puedes acabar estrellándolo y será más doloroso a la larga que si no te subes a él.

Pero es que es tan difícil decidirte por algo que sabes que podría hacerte feliz pero que en el fondo sabes que tu no le harías feliz. Tiene razón la persona que más quise y que más odie en mi vida, siempre he sido una mierda. Pero se lo debo al mayor error de mi vida. Porque si no le hubiera conocido ahora estaría subida en ese tren arriesgando a un sabiendo que podría estrellarlo. Pero  el problema es, que él es demasiado importante para hacerle algún rasguño en su corazón.